Los verdiblancos comenzaron el partido dispuestos a resolver por la vía rápida. Dominadores absolutos del balón, antes del minuto 5 habían gozado ya de dos opciones clarísimas para ponerse por delante. Una de Francis tras asistencia de Inui, que Canales no acertó a culminar tras el despeje de Pacheco. La otra, del mexicano Guardado, que no precisó su disparo cuando lo tenía todo a favor. Pidieron penalti los visitantes en el 11' tras un remate de cabeza de Feddal a la salida de un córner que Laguardia pareció despejar con el codo. El VAR, controlado por Estrada Fernández y tras un minuto de incertidumbre, decidió que no era una acción punible. El Alavés trató de quitarse de encima el acoso bético a base de balones en largo y disparos lejanos, pero las continuas pérdidas de balón de sus centrales permitían a los de Setién rondar el área con extrema facilidad. Aunque no fue con un robo en campo contrario sino con una jugada elaborada como llegó la ocasión más clara del primer