Resumen del Betis 0 - Atlético de Madrid 1

El equipo de Setién juega bien. El equipo de Simeone gana. El equipo de Setién tiene la posesión. El equipo de Simeone marca el gol (y tiene al portero, escrito sea de paso). Hay veces que el fútbol se caricaturiza a sí mismo y la del Villamarín es una de ellas. Resulta que los tópicos no lo son tanto, porque sucedió lo que se podía esperar tal y como se podía esperar. Cuatro mediocentros en el arranque, seis defensas en la conclusión, un partido espeso donde los haya... y victoria del Atlético para seguir arriba y alimentar las dudas del Betis. Porque el fútbol, en definitiva, va a ser esto: diana de Saúl... y no hay más que hablar.

Lo primero que pasó fue que Boudebouz se llevó por delante a Gabi, que Simeone protestó lo de Boudebouz, que Setién protestó lo de Simeone y que, aunque había recibido a su equipo de uñas, el personal del Villamarín se metió en el partido inmediatamente. En ese sentido, paradójico, una patada le vino de perlas al equipo de Quique. De hecho lo segundo que pasó fue que Boudebouz se plantó prácticamente solo ante Oblak, aunque la portería se le hizo pequeña y el esloveno grande. Suele ocurrir.

Desde ese arranque se construyó un primer acto en el que el Betis fue mejor equipo. Sorprendió su míster con la posición retrasada de Fabián, que en la salida de balón a veces parecía un tercer central, y la presión hizo el resto, metiendo cada vez más atrás a un Atlético que no necesita demasiadas excusas para meterse atrás. Ocasiones apenas hubo, más allá de una falta lateral de Joaquín que no encontró rematador, pero el partido se jugaba en una sola dirección. Del Atlético las principales noticias llegaban a través de los aspavientos que unos jugadores dirigían a otros, disconformes quizás con sus movimientos. Thomas, en ese sentido, se las llevaba casi todas.